lunes, 5 de agosto de 2013

La vida y la acción.

Todo a mi al rededor es un torbellino.
El mundo va más rápido de lo que puedo correr.
Mi vida es una película de la cual sólo soy observador
Y mi guión protagónico en ella está escrito de antemano.

Es momento de actuar, de no quedarse atrás.
Pero entre acción y acción somos sólo actores
Esto es un show, sin escenario y sin espectadores
La vida no es más que una mala obra de cine
(Y de apenas dos estrellas)


El fuego es dolor físico.
El fuego es dolor psicológico.
El fuego todo lo purifica.
Una Tarantella Siciliana purifica tanto como el fuego

Y se baja el telón y se apagan las luces
Pero no hay quien salga de la sala
La realidad es un show, y el show es real
Y de a poquito voy entrando en el túnel.

martes, 30 de abril de 2013

Fuga

"Y lo que tú llamas morir es sólo terminar de morir
Y lo que tú llamas nacer es empezar a morir
Y lo que tú llamas vivir es morir viviendo, siempre fingiendo"


Quizá no te conocí tanto como para idolatrarte por como eras, ni dedicarte palabras bonitas por lo que vivimos juntos. Quizá no haya sido tu mejor amigo ni haya sabido mucho de tu existencia más que tus callada expresión. Pero si te puedo admirar por lo que hiciste, por hacer lo que todos alguna vez hemos querido (a veces hasta planificado), pero nadie se atreve a hacer. Porque aunque suene cliché, se necesita muchísimo valor para saltar al vacío. Porque sólo en el vacío la nada existe, y nada más existe.

Te admiro porque sin que lo vayas a saber nunca, eres una de las personas que más me ha enseñado. Por primera vez me haces ver de frente a la muerte, sentirla su cosquilleo en la nariz y su hálito en la nuca. Sentir que no somos más que una bolsa de huesos putrefactos y que lo que creemos hacer no es más que un destello de luz en medio de la oscuridad eterna.
Te comprendo, porque nos muestras la verdadera cara de la luna, no la oscura ni iluminada, únicamente la verdadera. Esa en que la mierda nos tiene tapados hasta el cuello e intenta ahogarnos, pero a veces es más cómodo salir a flote. En donde estamos acostumbrados a no empatizar con el de al lado, porque no nos lo enseñaron en el colegio, pero tú nos estás enseñado.

Pero no logro llorar por pena por sentir tu falta, quizá porque no te conocí tanto, no me queda si no llorar de rabia por que no es culpa tuya la decisión que tomas, si no de todos nosotros, los hombres-máquina de esta sociedad, en donde necesitamos forjarnos una coraza inaccesible para sobrevivir socialmente, haciendo creer que no tenemos emociones, pero... somos humanos mierda, y los humanos lloran.

Porque todo pasa: los objetos, las casas, las personas, los amigos, la familia, las compañeras, los lugares, los amores, las penas, etc... Pero la vida no pasa, la vida se va y no vuelve y siempre nos deja con gusto a poco, siempre creyendo que se pudo hacer más, pero no se pudo, y no hay nada que hacer. Y para querer renunciar incluso a ella es porque no queda otra salida más que la de un estertor desesperado con ganas de renunciar a todo porque toda lucha es infértil.

En ocasiones como esta me gustaría ser religioso y creer en la vida después de la muerte. Lamentablemente no creo en ello y sé que tu cuerpo  terminará en gusanos o cenizas, igual que el cuerpo de todos. Pero quizá un pedacito, sólo un pequeño pedacito, logre sobrevivir en algún lado de mi mente, acechando el momento para decir: "Hola, estoy aquí, ¿me recuerdas?, Recuerda amar a tu hermano", de lo contrario, habrías sido en vano

Quizá no pueda extrañarte por lo que no hicimos, o por lo que podríamos haber hecho, pero si te puedo admirar por lo que hiciste y seguirás haciendo.

Porque me alejé
la primavera yace enferma
la muerte se embelesa
en una flor fragilizada de aroma

ya no pesa la existencia sobre los hombros
”.
Aniceto Moralez Bórquez


miércoles, 20 de marzo de 2013

Weltschmerz Iconoclasta

Que diría Rimbaud si apareciera en el siglo XXI
La Virgen Necia estaría casada con un político.
¿Y se imaginan a Dostoyevski si viera el Costanera Center?
Raskólnikov sería dueño de una farmacia o de una universidad.
Sábato y Borges conversarían en torno a una cocacola
y Diógenes alimentaría palomas con pan de molde.

Todos ellos soñaron con un mundo nuevo
(SU mundo nuevo, nada más que eso)
pero al menos lo soñaron.
Orwell es el único visionario

Salir a caminar. Fumar un cigarro
Reirse de los oficinistas. Escupir el suelo.
Doblar en Ahumada. Escuchar a los evangélicos.
Mafalda ya lo dijo. Paren el mundo que me quiero bajar.

Falabella verde. Paris azul.
Pacos verdes. Ratis azules.
De a mil son verdes. De a diez, azules.
Van Gogh pintaría todo blanco y negro.

Las nubes pasan. Tus labios pasan.
Todo es fuego y todo es cambio.
Estamos en la época de los idolos falsos.
(Los becerros de oro abundan)
Con suerte me admiro a mi mismo.

Sólo Nicanor Parra es capaz de vivir en el siglo XXI sin suicidarse.








martes, 22 de enero de 2013

La Ciudad Dormida

La noche inunda todo con su velo de silencio y misticismo
y el reposo se puede sentir en el viento que corre entre los edificios
las ventanas, ya oscurecidas, no profieren ruidos de televisores ni de carcajadas
y la agitada ciudad por primera vez vive en un relajo absoluto

A lo lejos se oye el maullido de un gato buscando una hembra
más lejos aún se ve el resplandor de la última fiesta ya moribunda
y cuando el semáforo cambia a verde acostumbrado por su rutina
no hay auto alguno que lo secunde e intente atravesar

el crepitar de mi cigarro es lo único que existe
más allá todo parece un óleo azulino de van gogh
y la monstruosa ciudad, que ya no es monstruosa ni es ciudad
se transforma en una gran almohada gigante que cobija a todos sus habitantes

Pero en medio de esa calma estoy yo, yo y mi cigarro
Y su humo me enmierdece la boca recordandome el sabor a smog
y el fuego me recuerda la rabia que esta ciudad me obliga a sentir
No Santiago, no me engañas con tu cara suvizada y amable.

En la misma plaza donde revolotean unos cachorros de quiltro
en el día son los cuchillos y las botellas las que revolotean
y en aquel banco pintado de verde que bien parece un catre con respaldo
durante el día yace un viejo barbudo que siempre me pide dinero

No Santiago, no me engañas con tu cara suvizada y amable
aunque tu vida linda y loca te canse tanto a tí como a mí
y ambos queramos disfrutar de un relajo despues de un dia de verano
se que no eres tú, y que estás ansioso por despertar nuevamente

Pero el cigarro se apaga, y el silencio sigue imperando
y desde mi balcón observatorio me preugnto
¿Cuántos más habrán sentido ese ronrroneo sibilante
de aquel monstruo dormido llamado Santiago?